sábado, 4 de agosto de 2007

Nevada


Y un día nevó en Buenos Aires. Diluvios, inundaciones, baches. La ciudad que nunca duerme. Como Paris dicen algunos. Como Madrid dicen otros. Como una verdadera ciudad europea como les gusta decir a las regordetas señoras de la Avenida Alvear. Si algo le faltaba a Buenos Aires, era nieve. Ya teníamos infernales veranos, con invasión de mosquitos incluidos, no muy parisino por cierto. Primaveras y otoños desbordantes de estornudos y alergias varias. Sudestadas impiadosas con los lo vecinos indignados de Belgrano, pidiendo la cabeza de Telerman, Ibarra, De la Rua y todo el que se les cruce por el frente, al ver como flotan sus autos importados modelo 2007 por la avenida Cabildo. Con los habitantes de la rivera pobre del sur que ven como flota lo poco que tienen. Pero nevar nunca nevó. Bueno si allá lejos y hace tiempo. Mucho tiempo. Es mas ¿habrá alguien vivo todavía testigo de aquella nevada, que a nuestros incrédulos oídos, les veíamos mas de cuento inventado que a historia para documental del National Geographic?
Salgo al Parque y veo que no soy el único. Saco con el celular fotos a lo tonto. Pero si puedo filmarlo me digo. Y ahí voy, aprendiz de Coppola, registrando lo que nunca pensé que vería. Nieve en Buenos Aires. De pronto veo el pasto todo blanco. Un gran manto blanco que lo cubre todo. Y una imagen viene a mi mente. Jim Carrey y Kate Winslet, en “Eterno resplandor de una mente sin recuerdo”, tumbados en un rió congelado, mas apto para el Patinado de Tinelli, que para la pesca del surubí. Y una profunda melancolía me inunda. Me freno para no tirarme y revolcarme en esa nieve tan tangible e irreal al mismo tiempo. Hoy me arrepiento de no haberlo hecho. Me arrepiento de no haber cedido al impulso infantil, que como pocas veces sentí, tuvo ganas esa noche Patria del 9 de julio, hacer Patria en mi alma y recordarme que lo mejor no es el ahora, ni el ayer ni el mañana. Solo cada instante es lo mejor que tenemos. Y que ceder a esos impulsos nos acerca más a quienes somos en realidad.
Y termino. Tal vez una nueva frase se acuño ese 9 de julio de 2007. el que un buen tanguero puede resumir, con arrogancia y orgullo. Siempre nieva en Buenos Aires.

2 comentarios:

  1. Ale...simplemente,me ENCANTO.Tere

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  2. TU SENCIBILIDAD Y AMOR ME CONMUEBEN.
    ADMIRO ESA IMAGINACION CON LA QUE, DE ALGO SENCILLO CREAS UN POEMA DE LA NATURALEZA.MARIANA.

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